Las ciencias sociales en
Latinoamérica expresan la formación de regímenes demoburgueses. La incapacidad histórica de la burguesía
compradora en los inicios, y posteriormente la burguesía burocrática, por
establecer su hegemonía en las luchas sociales, determinó que desde lo político
se organice la “sociedad civil”, mediante la captación de los intelectuales de
las clases subalternas. Esta actividad intelectual sigue un proceso de
institucionalización, impregnado no por un discurso crítico, sino por el
discurso de la democracia. Su contenido
es académico, tecnocrático y cuestionador del marxismo.
El criterio de objetividad de
estas ciencias sociales se basa en la prueba dato, optando por el empirismo y el positivismo. Prueba de ello es el enorme desarrollo de las
técnicas de investigación en la región y la fuerte publicación de estudios cuyo
eje es la investigación empírica. Trabajos donde se describe y cuantifica los
fenómenos sociales. La presencia de estadísticas resaltan una aparente
“neutralidad”, una supuesta apoliticidad de las ciencias sociales. Lo teórico pasa a ser un recurso de
explicación general de los hechos descritos.
Para explicar los fenómenos
sociales se utilizan conceptos que mejor se adecuen, sin importar su origen,
dando lugar al eclecticismo. Ubicado el objeto de estudio cualquier
investigador puede interpretarlo a su conveniencia. Desde esta visión,
cualquier otra concepción es dogmática y reduccionista.
En estas investigaciones se
utiliza al marxismo para la elaboración de marcos teóricos, pero donde la
investigación empírica es la que otorga los resultados fundamentales. La teoría
es degradada al nivel instrumental. La
mayor cantidad de datos posibles determina la objetividad del actual discurso
social. Este tipo de investigación se ha
convertido, sin más, en “ciencia”.
En Latinoamérica existe un
sinnúmero de centros de investigación social, cuya institucionalización ha
permitido la consecución fondos, la formación de investigadores, el perfeccionamiento
de los instrumentales de análisis empíricos, trabajo interdisciplinario. Esa institucionalización a permitido el
permitido el desarrollo, y además son parte, del campo cultural del
capitalismo.
El impulso de un pensamiento
crítico, implica formas distintas de organización del discurso a las empiristas,
hoy prevalecientes. La búsqueda y promoción de investigaciones que se planteen
la compresión de las estructuras fundamentales de las formaciones sociales
Latinoamericanas y de los problemas generales.
Hay temas que tienen un gran dinamismo en la actualidad y otras que son
importantes para el conocimiento científico.
Las ciencias sociales se
desarrollan a partir de problemáticas no de disciplinas. Con esta
consideración, entramos con la presente propuesta al debate. Las ciencias sociales son un terreno de
confrontación. Se está estructurando un
nuevo pensamiento vinculado a las perspectivas de los movimientos populares y las
guerras populares. La vuelta a los
textos clásicos de Marx, Lenin, Mao, va reconstituyendo el pensamiento crítico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario